Hoy decididamente he pensado en la posibilidad de nunca volver a llorar... por un hombre pues.
Ni "el" hombre, ni cualquier hombre, ni aquél hombre... ningún hombre.
Momento feminista del día patrocinado por mi frustración, mis lágrimas dolorosamente reprimidas y mis estúpidos párpados permeables que no resistieron y se dejaron vencer...
Vaya defensora de causas... todas perdidas.